La mayoría de las mujeres sueñan con un cabello largo, brillante, bien hidratado y saludable, sin embrago, conseguir este resultado requiere de cuidados especiales y dedicarle algunos minutos extra a la rutina de belleza. Además de evitar productos y prácticas que dañan la melena.
Elige los productos adecuados para lavar el cabello
Es indispensable que sepas qué tipo de cabello tienes, si es grueso, delgado, rizado, ondulado, lacio, grasoso o seco, teñido, etc. para que compres los productos adecuados para tu melena. Al aplicar el shampoo dale especial atención al cuero cabelludo, que es en donde se producen los aceites, masajea esta zona y deja que el shampoo se distribuya a lo largo del cabello al enjuagar.
Masajear el cuero cabelludo es benéfico porque ayuda a incrementar la circulación, así los folículos capilares recibirán más nutrientes. La frecuencia con la que apliques el shampoo depende del tipo de cabello que tengas, el cabello grasoso se debe lavar diario, el normal y seco un día sí y un día no.
No olvides aplicar acondicionador en la melena desde la mitad hasta las puntas, este paso ayudará a incrementar el brillo, la elasticidad, reducirá los nudos y le dará protección a las mechas. No coloques el producto en el cuero cabelludo.
Modela las mechas con métodos que nos las dañen
Evita cepillar el cabello cuando esté mojado porque es especialmente frágil en ese estado. Mucho menos pases la plancha o el rizador sobre el cabello mojado. Para peinar tu cabello prefiere un peine con dientes anchos y comienza por las puntas. Desenreda gradualmente el cabello de abajo hacia arriba. Puedes estilizar el cabello húmedo o seco.
Cepillar el cabello en exceso produce frizz, daña la cutícula y deja las mechas opacas. Sólo cepilla el pelo cuando sea necesario y prefiere un cepillo con bolitas en las puntas, que es más suave. Para secar la melena prefiere enrollar las mechas en una toalla o secarlas con una camiseta de algodón para evitar el frizz y absorber el exceso de agua.
Evita el uso excesivo de técnicas dañinas para modelar las mechas, como secar el cabello con la secadora, planchar el cabello diariamente para alisarlo o rizarlo con tenazas. Si vas a usar estos aparatos aplica un protector térmico en las hebras antes de pasar las herramientas y no las pegues demasiado a la raíz del cabello, ni las dejes mucho tiempo en las mechas.
Apuesta por tratamientos y hábitos para mejorar la salud del cabello
Los químicos también dañan las mechas, evita el uso desmedido de coloraciones, permanentes, peróxidos y decolorantes. Apuesta por tratamientos periódicos que se pueden realizar una vez al mes, ya sea que consistan en la aplicación de aceites, mascarillas o ampolletas nutritivas y restauradoras. Despunta frecuentemente las mechas para evitar tener las puntas abiertas y mejorar la salud de la melena.
Evita los peinados que dejan el cabello demasiado tenso, como las trenzas delgadas pegadas a la cabeza, o las colas de caballo o chongos con las mechas de la raíz muy pulidas. Prefiere los peinados recogidos más flojos y relajados, que además están de moda.
Apuesta por una alimentación balanceada que incluya proteínas, vitamina y ácidos grasos. Evita el cigarro, ya que contribuye a que los nutrientes no lleguen a las hebras y luzcan opacas, sin vida y quebradizas. No utilices productos milagrosos para el crecimiento del cabello, consulta a un especialista si quieres optar por tratamientos específicos.